El amigo secreto catalán

Aquí tienen una manera extraña de jugar al amigo secreto; más bien, diferente.

La repartición de papelitos, se hace de la misma manera, aunque no discriminan por sexo, como a veces hacemos nosotros: siempre tratamos de que un hombre le regale a una mujer y viceversa, aquí, simplemente, nos meten a todos en la misma paila.

Lo más curioso, es que, siendo fiel a la manera de ser del catalán, sólo se jugará cuatro días, para no gastar mucho real.

Igualmente ocurre con el regalo final, que tiene un tope máximo de 6€, aclaro que un refresco de lata cuesta 1€. O sea, no es un coño. Como buen Venezolano, pienso regalar caña (Mierda, aquí la botella de Cacique cuesta 11€, así que te sale tomar Ron Negrita -Parecido a la caña clara en mi país-), lo siento compadre, pero ustedes quieren que me integre, ahí tienen su integración, ¡carajo!.

Pieso que si estoy aquí, es por algo, por lo tanto, no puedo, ni tengo el derecho de criticar las costumbres del lugar a donde vine a vivir, lo de arriba, es verdad, y a pesar de que, para mí, esa manera de jugar este juego es un poco extraña, la acepto de maravilla. Sólo que me gusta más la manera Venezolana.

Es lo normal, ¿no?. Supuestamente somos reacios a los cambios; pues bueno, nada mejor para solventar esto, que un intercambio, jajaja.