Habla Paja

19 diciembre 2005

Preocupaciones banales

Bueno, ya se acerca el 24, ¡qué bien!, tengo un intercambio de regalos con mis amigos. Aún no sé qué voy a regalar; para los que se lo pregunten, el amigo secreto catalán fué más extraño de lo que pensaba.

Aquí nadie se entera de quién le regaló, todos los regalos se meten en una bolsa, sin que nadie vea cuando metas el tuyo, posteriormente, se van sacando y eso es todo. Al final regalé una buena botella de vino.

¡Qué mala suerte la mía!. Esta persona es abstemia. Además, como llevaba una curda bestial, vine y le dije que yo le regalaba, es que no lo puedo evitar, tantos años jugando así, como lo hacemos nosotros, que me choca la idea de ese intercambio tan chimbo.

A mí me regalaron unos posavasos, en la casa no tengo; pero es que tampoco los pienso usar, me da ladilla. La mesa la conseguí en la basura, ¿acaso creen que voy a usar posa vasos?.

El hecho es que ahora nos juntaremos muchos venezolanos, y la vaina va a ser, como tiene que ser, ¡voy a caerme a curda con mis panas!. ¡Qué calidad!.

Como gentuza es gentuza, vaya a donde vaya, perdí mi celular de nuevo, que mal, es la tercera vez que pierdo uno, ¡mierda, es que no aprendo!. Sin pensar que la última vez me tumbaron la cartera, con toda mi documentación, mis tarjetas, etc... No me enteré hasta el día siguiente, no pudieron sacarme real.

Ya los policias me conocen por mi nombre, siempre voy al mismo sitio a poner las denuncias. ¡Qué triste!, esta vez no denunciaré nada.

Trataré de pasar un 24 tranquilazo, con mis amigos; y sobretodo, esperando salir ileso, como la cosa será en casa de W, no pasará nada extraño (bueno, en mí, no tan extraño); vamos a ver qué regalaré. Me da una ladilla inmensa comprar un regalo.

¡Es que no sé qué regalar!.

Cada vez que leo lo anterior, me siento peor; tanta gente padeciendo en este mundo y yo pensando en trivialidades; bueno, en fin, qué miserable soy; supongo que, así es la vida.